Este lunes 5 de junio se celebró el día mundial del medioambiente, un evento que tiene como objetivo concienciar sobre la importancia de la lucha contra el cambio climático y donde los coches eléctricos cobran una enorme importancia.
Dirigido por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), es la plataforma mundial más grande para la divulgación ambiental. La fecha, que se celebra desde 1973, cumplió este año su 50 aniversario.
Tal y como señalan desde Naciones Unidas, el mundo se encuentra actualmente en una situación de emergencia climática extrema. Así, para mantener el calentamiento global por debajo de 1,5 °C este siglo, es necesario reducir a la mitad las emisiones de gases efecto invernadero antes de 2030.
El transporte por carretera es el sector que más CO2 emite a la atmósfera. Solo en nuestro país, representa aproximadamente el 25% de las emisiones, mientras que en Europa supone sobre una quinta parte. A nivel global, las cifras ascienden a más del 70%.
Al contrario de lo que ocurre con los motores de combustión, los coches eléctricos no requieren de combustibles fósiles para su funcionamiento, por lo que no generan emisiones contaminantes cuando entran en circulación. Por eso, se han convertido en la mejor opción para luchar por la descarbonización del transporte por carretera.
El impulso de la movilidad eléctrica se ha convertido en uno de los principales objetivos de Europa en los próximos años. El uso del vehículo eléctrico contribuye a la consecución de un mundo más limpio y libre de contaminación y marca el camino hacia la estabilidad climática. Por ello, Europa se ha centrado en implantar políticas que permitan un efectivo desarrollo del sector y terminen con el uso de los motores de combustión.
La Unión Europea aprobó recientemente la prohibición de vender coches de combustión (incluidos los de gasolina, diésel e híbridos) a partir de 2035, aunque podrán seguir circulando hasta 2050 como máximo. Estas medidas urgentes en materia de movilidad reguladas en el Pacto Verde Europeo tienen como fin último conseguir reducir en un 90% las emisiones del transporte en los próximos 25 años.
Sin embargo, pese a que las medidas son a largo plazo, es necesario que la transición total hacia el vehículo eléctrico comience desde ya. Cuando hablamos de gases efecto invernadero hay que tener en cuenta que estos son de larga permanencia y se mantienen en la atmósfera durante años. Según los estudios, de CO2 emitido a la atmósfera, alrededor del 30% tardará varios siglos en desaparecer, mientras que el 20% no lo hará en varios miles de años. Por eso, cuando antes se termine con el problema, antes dejaremos de notar sus efectos.