La transición hacia una movilidad enfocada en los vehículos eléctricos es uno de los principales objetivos a nivel Europeo. Sin embargo, España todavía debe superar algunas barreras para conseguir alcanzar una movilidad totalmente eléctrica y posicionarse como un referente a nivel europeo. Hoy en electrico.es hablamos con Arturo Pérez Lucía, director general de la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso del Vehículo Eléctrico en España y Portugal (AEDIVE), para analizar los retos que debe afrontar la movilidad eléctrica en España en los próximos años.
¿Cuáles son los principales retos para la movilidad eléctrica en los próximos años?
Retos hay muchos, pero por concretar, uno de los más importantes es acometer una reforma fiscal que otorgue señales de precio en la compra de los vehículos, ya que los planes de incentivos actuales en España suponen la necesidad de que el comprador tenga pulmón financiero. También en aspectos como eliminar el hecho de que las ayudas computen como rendimientos del trabajo en la declaración de la renta, tal y como ya se ha hecho con las ayudas a la eficiencia energética en la edificación.
Por otro lado, hay que seguir trabajando para reducir las barreras en al concesión de licencias y permisos que permitan un despliegue más acelerado de las infraestructuras de recarga públicas .
Obviamente, es importante crear los mecanismos de control que permitan el cumplimiento de lo que se determina en reales decretos leyes como el RDL 29/2021 en la instalación de puntos de recarga en el sector terciario y en las declaraciones responsables que deben aceptar los ayuntamientos para agilizar estas infraestructuras y que en algunos municipios se desoyen.
Hay un objetivo en el PNIEC de matricular 5,5 millones de vehículos eléctricos en 2030 y eso supone tener que matricular del orden de 600.000 vehículos/año en los próximos años, cuando estamos en ratios actuales de algo más de 100.000 unidades/año.
En este sentido, ¿cuál es la misión principal de AEDIVE?
AEDIVE tiene varias misiones. En primer lugar, acompañar y asesorar a las administraciones públicas en todo lo que atañe a la movilidad eléctrica (planes de incentivos, regulaciones, etc).
Asimismo, AEDIVE funciona como una aceleradora de negocios, poniendo en contacto a los socios de AEDIVE con partners, clientes y proveedores para reforzar las oportunidades de negocio y la cadena de valor industrial, tecnológica y de servicios de la movilidad eléctrica.
Este objetivo tiene su principal reflejo en España y Portugal, pero también trabajamos para poner en valor el potencial industrial, tecnológico y de servicios de la electromovilidad en el resto de Europa y en Latinaomérica.
¿Cuál es la situación de España en comparación con otros países de la UE? ¿Cuáles son las medidas fundamentales para conseguir posicionarnos como líderes en movilidad eléctrica?
Parece que lo único que se tiene en cuenta son las matriculaciones de vehículos y en ese terreno, seguimos avanzando con crecimientos constantes, pero sí es cierto que estamos por debajo de otros mercados cercanos. Estoy convencido de que revertiremos la tendencia y las matriculaciones vehículos eléctricos en España crecerán de forma exponencial, porque tenemos los mimbres para ello.
Esos mimbres son, precisamente, los que no tienen otros países, y es el potencial industrial en España, donde fabricamos toda clase de vehículos eléctricos, desarrollamos componentes de automoción para la electrificación, fabricamos puntos de recarga y centros de transformación, tenemos una industria minera potencial enorme, con la segunda mina de litio más importante de Europa, tenemos en desarrollo fábricas para el reciclaje de baterías en Castilla y León y en Navarra y también proyectos de Gigafactorías, además de una industria pionera y madura de baterías de segunda vida.
Todo ese ecosistema hace de España un país muy atractivo desde la perspectiva de la competitividad, el empleo y la inversión y sin duda, supondrá un aliciente enorme al incremento de matriculaciones, siempre y cuando las Administraciones Públicas acompañen con un marco regulatorio razonable y alineado a ese objetivo.
¿Está España tomando suficientes medidas para impulsar la movilidad eléctrica? ¿Es suficiente el Plan Moves III?
Obviamente, no. El MOVES es un plan de incentivos muy interesante desde la intensidad de las ayudas, pero no desde la gestión. Al tener que tramitarse vía Comunidades Autónomas, se generan perversiones en el sistema que ralentizan mucho el proceso de pago de los incentivos y por eso, seguimos trabajando con el Gobierno para buscar alternativas que reduzcan esos tiempos.
Al margen, son imprescindibles medidas como las antes comentadas desde la perspectiva fiscal y regulatoria.
¿Cree que España conseguirá cumplir sus objetivos en materia de movilidad eléctrica para este año?
No lo sé. Lo que sí sé con certeza es que tenemos los mimbres para lograrlo, pero necesitamos esa coordinación público-privada, agilizar la reducción de barreras y buscar alternativas a medidas de incentivo para los compradores, particulares y empresas.
¿Es necesaria una mayor colaboración de las entidades públicas para el impulso de una red de carga que satisfaga realmente las necesidades actuales?
Absolutamente, uno de los principales problemas en el despliegue de infraestructuras de recarga no es tanto la colaboración público-privada como la público-público.
¿Está la gente realmente preparada para el cambio a la movilidad eléctrica o todavía falta mucha información al respecto?
Ambas cosas, cada vez es mayor la información que recibe el usuario, pero es cierto que hemos fallado en la coordinación de mensajes que eviten la confusión en los últimos años. Hay estudios que elevan el interés de los usuarios en adquirir vehículos eléctricos en España en torno al 70% en la intención de compra, pero tenemos que mandar los mensajes adecuados, evitar la «infoxicación» y motivar que ese cambio venga a través del entusiasmo y no tanto de la obligación.